24.5.08

Marc Augé / Los no lugares, espacios de anonimato

Se presenta ahora el libro completo de Marc Augé para bajar en formato pdf, y un comentario sobre el mismo para leer en línea.

Libro completo pdf


Comentario del libro:


Los «no lugares» son aquellos espacios que no existían en el pasado, pero que ahora aparecen como ubicación innegable en el devenir del hombre contemporáneo. Se caracterizan por su propia condición de enclaves anónimos para hombres anónimos, ajenos por un período de tiempo a su identidad, origen u ocupaciones. Como afirma Marc Augé:

«Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar. La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en sí lugares antropológicos y que contrariamente a la modernidad baudeleriana, no integran los lugares antiguos.»

La mención a Baudelaire es intencionada: Augé yuxtapone los no lugares actuales a aquellos lugares que encontramos en los textos de Baudelaire, Chateaubriand, Proust o Benjamin, unos lugares anclados en la memoria que se identificaban gracias al poder de la palabra de los actores que los habitaban, gracias a la fuerza de los hablantes. Ahora, en cambio, los no lugares apenas permiten un furtivo cruce de miradas entre personas condenadas a no reencontrarse, mudas.

Para Augé entre los «no lugares» paradigmáticos se cuentan «las autopistas y los habitáculos móviles llamados «medios de transporte» (aviones, trenes, automóviles), los aeropuertos y las estaciones ferroviarias, las estaciones aeroespaciales, las grandes cadenas hoteleras, los parques de recreo, los supermercados, la madeja compleja, en fin, de las redes de cables o sin hilos que movilizan el espacio extraterrestre a los fines de una comunicación tan extraña que a menudo no pone en contacto al individuo más que con otra imagen de sí mismo». El autor realiza un minucioso análisis de estas superficies a partir de su condición de antropólogo y etnólogo, enmarcándose voluntariamente en la que denomina una «antropología de lo cercano», la cual se sustenta en su defensa de una antropología «del aquí y el ahora». Como observador e investigador de campo, Augé analiza algunos de los procesos habituales del hombre posmoderno –o sobremoderno–, desde la compra de víveres en el supermercado hasta el acceso a las salas de embarque de un aeropuerto. De ese modo, logra descodificar un tipo de lenguaje que es ajeno a la palabra en su concepción tradicional, y que le lleva a afirmar que el usuario, al relacionarse con los no lugares, se inscribe siempre en una relación contractual. Ese contrato «tiene siempre relación con la identidad individual de quien lo suscribe» y se visibiliza de muchas maneras diferentes: de forma expresa mediante el billete que se presenta al revisor, a la azafata o a la salida de la autopista de peaje; de forma tácita, pero también vinculante, al empujar el carrito que el supermercado pone a disposición de los clientes. Aunque con dos precisiones importantes: el usuario del no lugar, señala Augé, siempre ha de probar su inocencia (basta recordar cuántas veces se le demanda el carné), y actúa desposeído de sus identificaciones actuales o habituales. Desde esa caracterización, el hombre del no lugar no es únicamente un hombre anónimo, es, sobre todo, un hombre solo. Y Augé acaba presentando una visión del hombre moderno que cobra las dimensiones de una etnología de la soledad.

Los no lugares. Espacios del anonimato (1993), es un libro tan riguroso en su análisis de las pequeñas cosas como provocador en sus conclusiones. Su texto tiene efectos colaterales, no obstante, nada desdeñables: si tras leer a Proust las magdalenas ya no volvieron a saber igual, después de este libro las esperas en los aeropuertos, las colas en los peajes, adquieren una nueva significación, en un mundo que podía sentirse asfixiante en su devenir, pero que no parecía inquietante en el deambular cotidiano.



Biografía del autor:
Marc Augé (Poitiers, 1935) es profesor de antropología y etnología de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, institución de la que fue director (1985-1995). También ha sido responsable y director de diferentes investigaciones en el CNRS. Entre sus numerosos libros cabe destacar El genio del paganismo (1982), Travesía por los jardines de Luxemburgo (1985), El viajero subterráneo. Un etnólogo en el metro (1986), Dios como objeto (1988), Hacia una antropología de los mundos contemporáneos (1994), El viaje imposible. El turismo y sus imágenes (1997) y Las formas del olvido (1998).

7 comentarios:

Ana Gonzalez dijo...

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softarq dijo...

Gracias por la reseña, ¡es un tema que me fascina! Desde este punto de vista, me parece que las redes sociales son el concepto opuesto a “no lugar”. Son “sí-lugares” de encuentro cuyo enraizamiento en el espacio es múltiple y difuso.

El-Al-Eim dijo...

softarq, creo que precisamente internet es uno de esos sistemas organizados en red, por tanto vinculados a un tipo de relación no física, no de proximidad, en que la información es precisamente "difusa", virtual, frívola y poco caracterizada, a que Augé podría referirse como sublimación del "no-lugar" -carece de vinculación territorial-física e histórica- de una forma canónica, aunque desde luego tenga sus aspectos positivos

www.almacendeanalisis.com dijo...

http://www.almacendeanalisis.com/2011/10/marc-auge.html

H DE HORMIGA dijo...

En el blog hdehormiga.blogspot.com hemos escrito un breve ensayo que articula operativamente el enfoque de Marc Augé sobre los no-lugares con lo que fue considerada la "Americanización" en el devenir del Siglo XX.

Alvar dijo...

Gracias por publicar el texto de esta conferencia de Foucault. Me ha resultado de gran ayuda y sobre todo porque la traducción clarifica las ideas que el autor expresa en el texto.

André dijo...

No estoy de acuerdo, internet es un lugar identitario, relacional e histórico